FANTASMAS DEL PASADO

Solo unos pocos momentos
distintos por tu sonrisa
son único patrimonio
y los degustas sin prisa

Lo demás, tan sólo olvido
es un cúmulo de ausencias
son fantasmas del pasado
que asustan con su presencia

Así, el último día
una imagen en tu mente
el rostro del gran amor
esa estrella diferente

El otro día un amigo sembró una duda en mi cabeza. Me hablaba de una relación pasada que no llegó a ser, una historia acabada antes de su comienzo. En su momento, él y la chica tuvieron el tonteo correspondiente, unos augurios románticos que prometían. La cosa se complicó con impedimentos religiosos, bodas y kilómetros de por medio. Al final, no pasó nada. Nada de nada.
Es evidente que mi amigo se quedó con las ganas. Después del transcurso de unos años, aun recuerda la situación como esa espinita que no pudo sacarse y diría que incluso la ha idealizado como aquello que pudo ser y no fué. Como si algo hubiera marcado la diferencia en esa misma historia, ante una trayectoria de relaciones, encuentros y desencuentros . También de lo más corriente, si tenemos en cuenta que al menos esas historias sí tuvieron un principio, una culminación y un desenlace.
Quizás lo que fue especial es que no fue.
¿Por qué así? Supongo que eso mismo se habrá preguntado él miles de veces . En las relaciones, siempre hay alguna pregunta eterna que nos formulamos y a la cual nunca conseguimos encontrar respuesta. Suele pasar cuando las cosas se quedan en el aire, cuando no se sabe muy bien por qué, algo en lo que creíamos se terminó de un modo u otro. Y puedes pasarte el resto de tu vida sacando conclusiones.
Si la ausencia de contacto físico, creó un fantasma insustituible en la vida de mi amigo; ¿Cuántos de nosotros no cargamos con un fantasma del pasado a nuestras espaldas?
Todo el mundo tiene a alguien. Todos contamos con un pasado, con fantasmas.
Analizando la situación, me puse a contar los fantasmas presentes en la vida de mis amigos, y los que hubo en cierta época en la mía propia.
Por suerte yo ya no tengo ningun ente espiritual insustituible, ninguna fuerza extraña que me recuerde "asuntos pendientes".
Y sin duda, mientras estos estorbos invisibles nos rondan por la mente sólo tenemos dos opciones: practicar un exorcismo, enfrentándolo cara a cara; o simplemente esperar a que de puro aburrimiento, decidan hacer las maletas y desaparecer de nuestra vida.